Gracias

Decidí hace casi un mes cerrar el blog por motivos de motivación a la hora de escribir, pero la noticia que aconteció ayer al Real Betis, ha hecho que vuelva, ya que la destitución del entrenador, de Pepe Mel me parece más que injusta.

Recordemos que llegó al Real Betis cuando el equipo estaba desahuciado en la segunda división. Sin un presidente en condiciones, sin estabilidad en ninguna de la parcela y un caos institucional y nerviosismo del bético de a pie descomunal.

Pepe le echó las narices suficientes para hacerse cargo de un barco que estaba prácticamente hundido. Solo le faltó presentarse el solo el día de su llegada y abrir las puertas de la ciudad deportiva para que entrenar. Fue el responsable de presentar a los fichajes de ese año, Rubén Castro, Salva Sevilla, Molina, etc…  Ejercía funciones que no le correspondía, pero se lo pedían y estaba ahí.

Dijo que el Betis subiría y subió. Mantuvo al año siguiente al club en primera división y a la temporada pasada consiguió meterlo en Europa.

Pero el fútbol no tiene memoria y la posición actual del conjunto verdiblanco ha hecho que el entrenador más querido de los últimos tiempos por parte de la afición se tenga que marchar de “su” Betis, porque Pepe Mel siente los colores del equipo de las trece barras como cualquier aficionado que acude al Benito Villamarín cada partido, o como aquel que no puede asistir por estar lejos de la ciudad del Betis.

El fútbol es injusto, y esta vez también lo ha sido. El dato curioso es que de las tres temporadas y pico que Mel ha estado al frente del club, ha estado en descenso ¡¡cinco jornadas!! Las mismas que han hecho que su etapa en el conjunto verdiblanco llegue a su fin.

Ayer se despidió entre lágrimas dando las gracias al bético de a pie. A esos mismos béticos que a su llegada, rebosaba sobre ellos el nerviosismo por la situación del club.

Con su trabajo, su personalidad y por su sentimiento por unos colores, por los colores de las treces barras, ha hecho que la grandísima mayoría del beticismo le corease en su despedida.

Porque en el mundo del fútbol, corríjanme si me equivoco, una destitución no ha sido tan pitada por parte del aficionado. Nunca se ha visto el trato como el de ayer, en el que muchos  aficionados despidan al entrenador entre aplausos y cánticos a su favor.

Porque Pepe, te vas por la puerta grande,  sabiendo que el beticismo está contigo y te quiere. Y esperemos que ojala esto solo sea un hasta luego.

Desde aquí un aficionado como tantos otros afectados por tu destitución y que siempre se acordará de ti. Nadie dudará de tu beticismo, porque lo eres como cualquier bético de a pie al que le diste ayer las gracias.

Gracias por todo míster.

Jaime Sánchez