El Betis volvió a perder en la tarde de ayer,
en un partido vital para los béticos para su objetivo de la salvación y ante el
cual, el equipo volvió a demostrar los motivos por los cuáles, es el colista de
la liga BBVA. El equipo de Garrido recibió al final del encuentro una
sonrojante bronca de su fiel hinchada.
El Betis, que saltó al terreno de juego con el
recién incorporado Leo Baptistao en el once titular, no pudo empezar peor el
partido. En la primera jugada de ataque osasunista, el equipo demostró la falta
de intensidad que le exige su afición, permitiendo que Cejudo centrase al área
desde la banda derecha ante la mirada pasiva de Vadillo, lo que provocó que
Torres rematase sólo en el área pequeña, ante lo que poco pudo hacer el meta
Andersen.
Como en la mayoría de partidos de la temporada,
los verdiblancos comenzaban el partido encajando un gol tempranero, algo que
para un equipo que se está jugando tanto, es imperdonable. Los de Garrido
debían de remontar de nuevo un resultado adverso, algo que aún no habían
conseguido esta temporada.
El Betis poco a poco fue embotellando en su
campo al Osasuna, sin embargo, era un falso dominio, debido a que el equipo
disponía de pocas ocasiones de gol. El meta Andrés Fernández pasó
desapercibido, atajando los escasos centros desde ambas bandas de los extremos
del Betis. Leo Baptistao era la única referencia ofensiva que ofrecía algo
distinto a lo visto durante la temporada.
Cuando el equipo parecía hacerse con la
posesión del balón, un inocente Nono, es expulsado por doble tarjeta amarilla
en el minuto 37, complicando aún más el partido para los suyos. El partido no
podía tener peor guión. Lo mejor que le pudo pasar al equipo fue acabar el
primer tiempo con el 0-1.
En el segundo tiempo, Garrido dio entrada a
Molina y a Figueras, quién no tuvo su mejor tarde. En el primer balón que
toca, recibió la tarjeta amarilla en una entrada a destiempo; en la segunda
casi le sancionan un penalti y en la tercera pelota que tocaba, la introduce en
la portería de Andersen, de nuevo en una nueva internada por banda del equipo
navarro.
Con el 0-2 y un jugador menos, el equipo estaba
roto. No daba tres pases seguidos. Sin embargo, pudo meterse en el partido en
una jugada aislada del equipo verdiblanco. Un error de Loties, provoca que
Rubén Castro se quede sólo ante Roberto, quién acaba derribándolo y haciendo
penalti. Teixeira entiende que es ocasión manifiesta de gol y expulsa al
guardameta. Pero, cuando un equipo está muerto...está muerto. El canario mandó
la pena máxima al larguero llevando la desesperación a la grada.
El partido acabó por romperse. El Betis buscaba
la heroica a la desesperada con una arriesgada defensa de tres, asumiendo mucho
riesgo por intentar salvar un punto. Amaya parecía estar omnipresente, estaba
en todas las zonas del campo, lo que provocó que sus compañeros empujasen un
poco más.
Fruto de este empuje, llegó la recompensa, el
gol de la esperanza. En una buena jugada entre Chuli y Molina, éste acabó
marcando de fuerte punterón. Quedaban diez minutos, el empate se convertía en
un mal menor. La grada empujaba y el Betis lo intentaba, pero un ordenado
Osasuna, no permitió al equipo de Garrido empatar el partido.
Con el pitido final, llegaron los pitos de una
afición desesperada y los rostros desencajados de unos jugadores que aguantaron
una vez más, la bronca de los suyos. La permanencia cada jornada que pasa se
complica aún más. Los equipos van sumando y este Betis, apenas suma. Veremos
que le depara la segunda vuelta a este moribundo Betis...
Juanjo Vergara
Me alegro que estés nuevamente en el mundo blogger ¡¡
ResponderEliminarPues sí tio aqui es que no funciona nada , Ni Mel , ni Garrido ni el que venga , es que donde no hay pues poco se puede hacer..... lo bueno de esta semana la destitución de Bosch... y ahora el Madrid no digo más...
Saludos Jaime ¡¡
This article is very well written. Please share. Thank you.
ResponderEliminartonybangg.loginblogin.com