Tras tres grandes años, el jugador deja Amsterdam para militar en las filas del Real Betis Balompié en 1996. Poco tardó el nigeriano en ganarse el cariño de la afición gracias a su desequilibrante velocidad unida a gran calidad que emanaba de sus botas. En el Betis se encontró con grandes compañeros como Alfonso o Jarni. El equipo consiguió llegar a la final de Copa pero, a pesar de una buena campaña del conjunto sevillano, que acabó cuarto en la Liga, el FC Barcelona se llevó la victoria (3-2). Con el Betis disputó, en varias ocasiones, la Copa de la UEFA, incluso clasificándose para los cuartos de final, pero los títulos se resistían. Su velocidad y su gran rendimiento le hicieron valerse el cariño de toda la afición bética, también contribuyó a ello la manera tan peculiar que tenía de celebrar los goles. Hasta 38 dianas anotó Finidi con el club sevillano y cada una de ellas las celebraba de la misma forma: colocándose un sombrero cordobés facilitado por los propios seguidores que acudían cada domingo al Ruiz de Lopera.
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