—¿Cómo va la vida por Estados Unidos?
Muy bien. Me estoy adaptando a la
ciudad, al país y al club. Llegué sólo hace un mes. En Denver estamos en altura
y al principio se sufre, pero vamos mejorando. No he jugado mucho, ya que me
estaba poniendo a punto. He disputado 90 minutos en un campeonato aparte de la
MLS y marqué un gol y el otro día estuvimos en la Open Cup, jugué todo el
partido y anoté otro. Aún me falta tono físico y aquí es importante porque se
basa en eso. Es muy diferente a España.
—¿Qué le queda en el fútbol?
No lo sé. He firmado hasta final de
temporada y si las cosas van bien, pensaré seguir. Si no, mi idea es empezar un
proyecto diferente, en una cultura nueva, otra experiencia profesional.
Mientras, estoy en esta y ojalá me vaya bien. Quiero disfrutar del fútbol, que
es lo que me gusta.
—¿Ha visto al Betis en la temporada
recién finalizada?
Algunos partidos. No ha sido una campaña
fácil, con altos y bajos, pero se logró el objetivo trazado con cierta
tranquilidad al final.
—¿Es cierto que después de marcharse
pudo haber regresado?
Sí, es verdad. Fue en el verano de 2010,
cuando Luis Oliver llegó al club. Un día me llamó estando en una cena con Paco
Nuchera y Ángel Martín. Sin hablar mucho, me preguntó si quería volver al
Betis. Luego le pasó el teléfono a Nuchera para que habláramos de cantidades
económicas.
—¿Y qué pasó?
Nada. Me sentí algo engañado. No me
gusta que jueguen con mi familia, puesto que me dijeron que estaban seguros de
que iban a traerme, pero después desaparecieron. Creo que las personas primero
tienen que ser transparentes, pero no pasa nada. Llevo muchos años en el fútbol
y sé cómo es. Si hubiera vuelto al Betis, lógicamente teníamos cosas que
hablar, pero siempre he dicho que ese club está y estará en mi corazón aparte
de los momentos malos con Lopera, que al final no es el Betis. Creo que lo que
hizo Oliver no estuvo bien.
—Y tuvo otro contacto más reciente, ¿no?
Un poco antes del verano de 2011 estuve
en Sevilla y pasó algo que de verdad creo que era innecesario. Yo estaba con mi
abogado de Brasil para tratar una serie de asuntos particulares y los señores
José Pablo Varela y David Pirri (representantes) me dijeron que Vlada Stosic
quería saludarme en su oficina. Fui allí y cuando llegó Stosic me saludó, nos
sentamos ante una mesa, me miró y me dijo: «Bueno, vengo de hablar con Mel y me
dice que no te quiere». Yo me quedé sorprendido, sin saber lo que pasaba. Me
dijo eso y se marchó. Yo, por educación, me porté bien y no dije nada. En caso
contrario no sé qué hubiera pasado. ¡¡Yo sólo le saludé, no quería que me
fichara!! Lo dijo y salió en dos minutos. Lógicamente no me quedé muy contento
con aquello y les pregunté a los otros señores si le habían dicho algo sobre mí
y me dijeron que no, con caras de sorprendidos. La verdad es que fue muy feo y
triste. Indigno de una persona que es el director deportivo de un club
importante como el Betis. Lamentable, pero yo no le doy más importancia porque
no la tiene. Pasó eso y ya está.
—Viendo lo que ha pasado, ¿piensa en
volver algún día en otro cargo?
Dios lo controla todo y por supuesto que
no lo descarto, aunque sea como aficionado. Le doy las gracias siempre a la
afición, que desde mi llegada hasta hoy me ha tratado súper bien. No la voy a
olvidar jamás. El otro día estaba en el estadio de los Colorado Rapids y había
gente en la grada con la bufanda del Betis y me saludaban. Fue una pena que no
pude hablar con ellos, aunque mi mayor pena fue no haber podido despedirme
dignamente de la que fue mi afición.
—En sus últimos días en el Betis hubo muchos
rumores sobre la posibilidad de que fichara por el Sevilla, ¿hubo algo de
cierto en ellos?
Sí. Poco antes del final de 2008,
después de que me operé, me llegó algo ya que en pocos días iba a estar ya
libre para firmar con quien quisiera porque acababa contrato en junio de 2009.
Me llegó a través de mi agente de entonces, pero no firmé porque pensé, junto a
mi familia, que no debía hacerlo. Respeto mucho al señor Del Nido y Monchi
porque han hecho historia en su club, pero no me arrepiento de haber dicho que
no. Me imagino que la afición del Betis no hubiera estado contenta si me
hubiera ido y si se suma eso al descenso, hubiera sido muy triste. Fue duro,
porque tenía motivos para irme principalmente por el trato que me dio Lopera.
Me sentí mal cuando llegué de Finlandia y dije en la rueda de prensa que me
había pagado toda la operación y él me llamó enfadado pidiéndome explicaciones.
Le dije que simplemente había dicho la verdad y como medida de presión y con
mala actitud me dijo «hombre, es que el médico del Betis dice que tu otra
pierna está igual o peor que la operada». Eso sí que fue duro. Acababa de
llegar de una operación y tuve que escuchar eso. Tenía a un amigo próximo que
incluso trabajó en el Betis y escuchó esa conversación y no se lo creía. Lo
primero que hice fue llamar al doctor Calero y lo desmintió todo. Él también
estaba asustado con aquello.
—Supongo que no guarda entonces muy
buenos recuerdos de los que llevaban el Betis en esa época.
Lopera se creía sus propias mentiras. Y
de Pepe León todos sabíamos que no mandaba, pero con él me pasó que fue quien
firmó la carta que decía que yo tenía que pagarme los gastos de la operación.
Luego me llamó arrepentido diciéndome que no lo había leído bien y que no lo
pagara, que él iba a hablarlo con Lopera, y sobre todo, ¡que no la enseñara a
la prensa!
—Usted, además, se vio obligado a
denunciar al club por impagos.
Hice lo mismo que todos los jugadores de
aquella época. Lamentablemente no hace falta decir cómo actuaba Lopera.
Denuncié con pruebas concretas pidiendo lo que es mío por derecho. Jugué y me
lesioné defendiendo unos colores que están en mi corazón, y no lo digo por
ganarme a nadie, sino porque es verdad. Nadie del club ha hablado conmigo sobre
la denuncia. Es triste haber tenido que hacerlo, pero para mí lo más importante
es mi familia.
—En tiempos recientes se ha dudado de la
limpieza del Racing-Betis en el que se salvaron en 2007 con usted como héroe,
¿qué le parece?
Eso es ridículo. En aquel momento
teníamos el peor panorama viendo que el Celta jugaba en casa y dependía de sí
mismo, como el Athletic. Nosotros íbamos a un campo difícil, con la despedida
de Pablo Alfaro, su capitán y que fue durante muchos años un jugador importante
en el Sevilla, así que dejémonos de tonterías. El Racing quería ganar ese
partido y todos los que estuvimos allí vimos lo que se sufrió y cómo se
enfadaban con mi primer gol.
—¿Qué le deparará el futuro?
No lo sé, pero la
verdad es que antes de venir a Estados Unidos tenía pensado hacer un curso de
gestión deportiva en la Federación Española de Fútbol, ya que he visto durante
muchos años que hay gente metida en el fútbol que no no tiene ni idea de lo que
realmente necesita un futbolista, pero son sólo planes.
Fuente: AlfinaldelaPalmera
Jaime , la entrevista muy buena , pero he de decirte algo , más que decirte , reñírte jeje , en tu portada del blog para que cojones pones al sevilla...............ya te ale jejeje. Saludos ¡¡
ResponderEliminarjajaja Jose pongo el gol de Beñat jajajaja
ResponderEliminarHan dado comienzo las Votaciones de la II Edicción de premios AMOR SEVILLISTA,
ResponderEliminartienes de plazo hasta las 12 de la mañana del próximo Domingo día 17 de Junio para ejercer tu voto.
VOTA AQUÍ
Saludos y Suerte.
Os recuerdo que el próximo Domingo a las 12 de la mañana finalizan las Votaciones de la II Edicción de premios AMOR SEVILLISTA.
ResponderEliminar¿Aún no has votado? No lo pienses más y VOTA AQUÍ
Saludos y Suerte.
Edu uno eterno ídolo verdiblanco, un crack
ResponderEliminarhttp://realbetis24horas.blogspot.com.br/