Tras una larga pausa estival volvemos a escribir estas líneas,
tras presenciar la primera comparecencia en esta temporada del equipo
verdiblanco en su feudo de La Palmera, de nuevo, oficialmente, Estadio Benito
Villamarín.
Hemos tenido ocasión de ver cómo, una vez más (van cuatro de las
cuatro últimas contiendas) el modesto equipo madrileño ha derrotado, sin muchas
dificultades, al Betis.
¿Qué ha ocurrido para ello? Pues que ante un equipo que ha
jugado un fútbol sencillo (como suelen hacer desde hace unos años los equipos
del que fuera internacional por España Paco Jemez) ha estado un Betis que ha
jugado a nada.
En efecto, el Rayo ha salido desde el pitido que dio inicio a la
contienda, a ganar el partido, basándose en un fútbol fácil de un trío no
exento de técnica y generoso en el esfuerzo (Adrián-Trashorras-Javi Fuego), que
ha dado siempre el balón, al primer toque, al compañero desmarcado y que ha
hecho correr tras el esférico, sin encontrarlo casi nunca (qué pocas
recuperaciones de los jugadores verdiblancos) a los centrocampistas béticos. Si
a ello se añade la buena situación en el campo de los jugadores rayistas y su
mayor empuje (que les ha hecho salir triunfadores en los rebotes y en casi
todos los balones en disputa) se tiene buena parte de la explicación del triunfo
rayista.
Si se analiza el partido desde el lado verdiblanco, se puede
caracterizar con una nota principal: el desequilibrio en dos partes de su
estructura: una en el centro del campo, que ni ha controlado, ni ha dirigido;
siempre ha sido inferior al rayista; solo han visto los dorsales de los
jugadores vallecanos; si hubiéramos de juzgar por este partido, cabría decir
que echamos de menos a Iriney; pero no se ha de ser ventajista y juzgar por un
partido.
El segundo desequilibrio ha venido, una vez más, por la banda
derecha, que ha vuelto a ser un coladero, y ha obligado al resto de la defensa
a ir como p….. por rastrojo.
Con esos desequilibrios se ha hecho una estrella, al menos por
un día como el año pasado ocurrió con Lass, al debutante Leo que ha marcado un
gol, precedido de un fallo clamoroso del lateral derecho y ha dado el primero
como consecuencia del boquete originado por el lateral derecho.
Por tanto, decepción.
Cabe preguntarse si se ha reforzado bien al equipo. Es pronto
para decirlo aunque las primeras impresiones sean pesimistas en cuanto a
determinados puestos. Pero lo que si se puede decir es que más le valía al
administrador de las acciones de FARUSA por designación judicial y, por tanto
hombre fuerte del Betis, dedicarse a ejercer las competencias que le
corresponden y no a utilizar al Real Betis Balompié en batallas personales de
tipo religioso, no vaya a ser que obtenga, ahora a costa del Betis, un
resultado como el que tuvo en su pleito con el Colegio de Abogados de Sevilla
para conseguir que la Inmaculada dejara de ser su patrona: perdió desde la
primera instancia hasta el Tribunal Constitucional.
Libero
¿Que si el equipo se ha reforzado bien? ¿Dónde están los laterales y el delantero que falta?... En fin, esto no dista mucho de la época de Lopera
ResponderEliminarUn saludo!!