¡¡Gracias!!

Todavía tengo en el recuerdo aquel fatídico 31 de Mayo del 2009, día en el que desgraciadamente el Real Betis bajó a la segunda división. Tenían que pasar muchas casualidades para descender, se produjeron, y la tristeza se apoderó de miles de aficionados… Nada más terminar el encuentro me acordé de la salvación contra el Racing, aquel partido en el que Edú marcó los dos goles. Pero la suerte no podía estar siempre de nuestro lado, y el descenso se produjo.

El club estaba sumergido en una profunda crisis institucional, bajo el mando del hombre que pasará a formar parte de la historia negra del Real Betis Balompié.

Los aficionados explotaron y se puso en funcionamiento la manifestación del 15-J, un acontecimiento que no sirvió para nada a corto plazo, aunque se demostró que la mayoría estaba ya cansada del innombrable.

A pesar del drama, la ilusión del aficionado era que el paso por el infierno durase solo un año. ¿Volveremos el año que viene? Esa era la pregunta que todos nos hacíamos durante la temporada, pero la agonía y la pena volvió a aparecer en los aficionados cuando no se consiguió el ascenso…

Dos años en los que se ha sufrido mucho, demasiado. Esta afición no se merecía estar pasando por eso. Pero a veces las desgracias son la mejor medicina.

Permanecer por segundo año en segunda, era un hecho, pero tenía que ser el punto de inflexión, y así fue. La marcha del innombrable, el trascurso de… (bueno todos sabemos a quién me refiero), fue breve, menos mal… Y en ese momento se produjo el punto de inflexión. Llegó a la presidencia un símbolo del beticismo.

La oscuridad se transformó en resplandor.

Un entrenador bético que ha sabido luchar contra las adversidades y ha conseguido unir a un grupo de personas para lograr el objetivo. Su labor más difícil era contentar a un jugador que su deseo era marcharse del club. No era bien tratado y solo escuchaba frases como: “Emaná ha demostrado hasta el momento que solo sirve para cobrar”.

Pepe Mel ha hecho un gran trabajo psicológico, a parte del deportivo. La unión ha sido fundamental para ascender a primera división.

La celebración el pasado domingo, no es por el mero hecho de ascender, eso es lo que parece para todos los que no conocen de verdad al Betis.

En un principio, el que os escribe no estaba a favor de celebrar un ascenso, volver al sitio de donde no nos tuvimos que ir no era motivo suficiente para festejos. Pero me equivocaba, la celebración era más bien la liberación. Estos dos últimos años hemos estado en la UVI, y nadie daba un duro por un club que tenía una grave crisis institucional, económica, y se encontraba a punto de entrar en una Ley Concursal.

Cuando parecía que llegaba el fin, llegaron personas que quieren a este sentimiento llamado Betis, y que serían capaces de hacer y dar lo que fuera por él.

Unieron la fuerza, esperanza y una grandísima ilusión.

En un día como hoy, dos días después de confirmarse el ascenso, quiero volver a darle las gracias a todos aquellos que lo han hecho posible. Para empezar el trabajo que iniciaron los administradores, incluido Gómez Porrúa, que aunque no era bético hizo su trabajo hasta que pudo.

Agradecérselo también a Rafael Gordillo, él era el primero que lo quería conseguir, ya se vio en el AVE las lágrimas que derramó cuando se entero del resultado del Alcorcón. Muchas gracias Gordillo.

No me puedo olvidar de Pepe Mel. De ser una duda nada más llegar, por si era o no el entrenador adecuado, a ser vitoreado día sí y día también.

Dar las gracias a toda la plantilla, han sabido luchar por la causa, han tenido escuchar críticas como: “no ganan porque no cobran”. Han demostrado que tenían ilusión y ganas de conseguir el objetivo y sobre todo, por parte de algunos jugadores, que son validos para jugar en la primera división (Jorge Molina, Salva Sevilla), aunque les llega un poco tarde, y a Rubén Castro, responder a los entrenadores que no le han dado los minutos que se merecía.

Y ya por último a Miki. Desearle una pronta recuperación y que vuelva el próximo año a vestir la camiseta del Betis, por los campos de primera división.

Han sido una piña desde el presidente hasta el último y así es como se consiguen las cosas.

Para terminar me quiero quedar con las palabras que dijo Achille Emaná el domingo a la afición: “¡¡Os quiero!! ¡¡¡Mucho Betis!!!”

Esas palabras demuestran que el sentimiento del Betis le ha marcado. Se podrá ir o no este verano, pero lo vivido este año no se le olvidará.

Jaime Sánchez.