Vibrante partido el
jugado en la noche pasada en el Villamarín, que presentaba un aspecto inmejorable,
pleno de colorido, casi lleno, con un beticismo que se empleó a fondo animando
a su equipo y presionando, a veces excediéndose en los insultos al rival, para
intentar condicionar al juez de la contienda (primero Iturralde y luego el
cuarto árbitro) y al equipo merengue. Así
es el fútbol, pero no consiguió ni una cosa ni otra. Los blancos, esta
vez de rojo, son jóvenes, pero curtidos en mil batallas y no se dejaron influir
por la presión de la afición local.
Dos notas
sirven para caracterizar el partido en el que el equipo más laureado de la
historia del fútbol mundial volvía, después de dos años, al estadio al que
nunca debe faltar: la dignidad y la injusticia.
La
dignidad que mostró el Betis durante los noventa minutos; afrontó el partido
con empaque, sin miedo, con respeto, con clase,
con coraje, trabajando a fondo desde el primer minuto, y tratando de tu
a tu al mejor equipo de siempre, aunque para algunos que se dejan abducir por
el poderío mediático nacional blaugrana la historia del fútbol haya empezado
hace tres o cuatro años.
Con ese
tuteo al probable campeón llegó el maravilloso control de Rubén Castro que puso
el balón a Jorge Molina para que fusilase al meta campeón del mundo y de todo.
La segunda
nota es la injusticia.
En efecto, aunque el Madrid apretara en algunos momentos,
tenga esa potencia de fuego demoledora y sus catorce figuras se dejasen la piel
en el campo peleando como obreros del fútbol, el Betis fue mejor sobre el perfecto
césped heliopolitano. Si a ello añadimos las manos claras no señaladas en el
área blanca en los minutos finales, la injusticia del resultado resulta
indiscutible.
No
obstante, cabe hacer una reflexión; esa dignidad y ese empuje demostrados por
el equipo y la afición verdiblancos ante los jugadores del Santiago Bernabeu
hay que emplearlos en todos los partidos y en especial con los equipos de mitad
de la tabla para abajo. Si los hombres de Mel lo hacen, y la afición les ayuda,
en los momentos difíciles ante rivales como Racing, Español, Rayo, Osasuna
entre otros, seguro que se conseguirán las cuatro victorias y el empate que
falta para la salvación.
Libero
Es que jugamos con un jugador menos los 90 minutos , ellos jugaron con un jugador mas ( el arbitro ) y claro eso pasa factura , lo que pasa que todos los equipos que juegan con ese equipo de madrid ,juegan siempre con un jugador menos.
ResponderEliminarLos árbitros son muy malos y siempre perjudican al más chico.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago
Gran blog , me hago seguidor tuyo, hazte del mio si quieres y estamos en contacto.
ResponderEliminarUn saludo desde fiebredepromesas.blogspot.com