Al
Betis no le fue bien la noche del viernes. Un Granada situado en la zona baja
de la tabla se hizo con la victoria al igual y con el mismo resultado de la
temporada pasada.
¿Cómo
sucedió todo?
La
verdad es que fueron pocos los elementos que determinaron el resultado
negativo, para los habitantes de Heliopólis, del partido.
El
primero una ligera presión adelantada de los rojiblancos, que impedía a los
hombre de Mel sacar el balón jugado desde atrás.
Esa
incapacidad se acrecentó desde que una cadena de fallos iniciada en Paulao
(está muy fallón en los últimos partidos, y volvió a fallar en el segundo gol),
seguida por Nelson (una vez más) y terminada en Adrían, permitió a los jugadores
de la ciudad de los cármenes adelantarse en el marcador. A partir de ahí, a
pesar de que aún no se había llegado al minuto diez de partido, el Betis se
bloqueó y no fue capaz de generar ocasiones de gol antes del descanso.
Con
la misma tónica se empezó la segunda parte; los cambios tardaron y el único que
se hizo pronto (Pereira por Salva Sevilla), un tanto inexplicable, no dio
resultado. Los demás se hicieron cuando el partido estaba muy avanzado y los
jugadores de refresco (Nosa y Ángel) no tuvieron ocasión de tomarle al pulso al
partido. Ello es normal en Nosa, porque el cuajo del nigeriano pone de los
nervios a cualquiera; su tranquilidad para ponerse la camiseta o para dirigirse
al lugar de entrada en el campo, cuando su equipo va perdiendo, es para
mirárselo, o para que el traductor le diga algo, o directamente, para que antes
de saltar al campo le inyecten una mezcla de Red Bull y Coca Cola.
Luego
llegaron los mejores minutos del Betis, en los que debió resolver el partido
tras el gol de Rubén Castro, pero un doble fallo de Alex Martínez, primero
dándole ventaja a Nyom y luego escondiéndose en un centro blandito del defensa
visitante, y otro más, el ya aludido de Paulao, permitió a Rico adelantar de
nuevo, ya definitivamente, al Granada.
El
frenazo llega cuando el Betis está antes unos partidos muy complicados, y con
una victoria ante el Granada habría dejado media temporada resuelta en la
jornada undécima, de cara al que es el objetivo real del equipo, por el
potencial de su plantilla: la salvación.
La
marcha atrás viene dada por la vuelta a la realidad que consiste en un
equipo modesto, blando, que no sabe jugar al ataque y que es incapaz de
remontar un resultado adverso.
A
pesar de ello, el Betis sigue cuarto en una liga muy igualada si excluimos a
dos o tres equipos.
Conclusión:
no debe cundir el pánico; hay motivos sobrados para ser optimistas.
Libero
De ganar imaginate ¡ , pero bueno seguimos en una posicion privilegiada , lejos de los puestos de descenso que es nuestro objetivo el no descender , lo malo que ahora vienen partidos muy duros.... en fin..
ResponderEliminarP.D. Y la entrevista ?? Para cuando ?? jejeje
A ver si teneis mejor suerte en el derby.
ResponderEliminarSaludos.