Cuando la afición pierde la razón

La resaca del derbi  todavía continúa en los alrededores del Benito Villamarín. La afición está indignada, dolida y muy mosqueda por la actitud y aptitud del equipo. No hay que volver a reseñar los errores de los jugadores. El tema a discutir y opinar es la reacción de la afición en el día de hoy.

         En el entrenamiento de esta mañana un centenar de aficionados se han acercado a la ciudad deportiva Luis del Sol a presenciar el entreno del conjunto verdiblanco. Un grupo ha ido para mostrar su enfado tras el resultado del derbi. El centro de las criticas ha sido Nelson, al que han insultado, al igual que a otros integrantes de la plantilla.

         Es normal que el beticismo esté caliente y enojado por la dolorosa y humillante derrota del domingo, pero una cosa es dar a conocer públicamente el malestar y otra muy distinta es insultar a los jugadores, los cuales son personas, cosa que hay veces que creo que a algunos se les olvida.

         Con el transcurso del entrenamiento, la tensión ha crecido de forma considerable, hasta tal punto que la Policía ha tenido que acudir a la ciudad deportiva para poner orden. No queda ahí la cosa, como se puede leer en alfinaldelapalmera “en un momento del entrenamiento y cuando los jugadores eran increpados, Jonathan Pereira se ha sentido aludido y ha mirado a un grupo de aficionados, lo que ha supuesto que esos seguidores le dedicaran todo tipo de insultos.”

         Siento decirlo de esta manera, pero esos béticos que acuden a un entrenamiento, o en las mismas gradas del Villamarín se dedican a insultar a los integrantes de la plantilla, son pocos béticos, o no tienen ni dos dedos de frente, o se tiran piedras en su propio tejado, llámenlo como quieran.

         
        Increpar, insultar a los jugadores de tu equipo no es la decisión más correcta, ya que estos mismos son los “responsables” de jugar el próximo partido y los que quedan, y si a estas alturas empiezan a recibir insultos, los propios jugadores saldrán al terreno de juego con el “miedo” o incertidumbre de cuál será la reacción de dicho sector de la afición y por lo tanto puede verse afectado futbolísticamente hablando.

         Es obvio que la afición quiera reprochar y dar a conocer su malestar, pero siempre con educación, nada de insultos. Cuando uno grita o insulta pierde la razón. Esa es una frase que mi padre me enseño desde que era pequeño y es una verdad como un templo.

         El sábado se disputa un encuentro la mar de complicado, nada más y nada menos que contra el Madrid. A priori es un partido perdido, pero el Betis es el Betis… y como todo bético sabe, el Betis puede perder contra el peor de todos y jugar un partidazo y ganar al Madrid o Barcelona. Por eso espero que se olvide ya la derrota del derbi, ya se ha perdido, ya no se puede hacer nada, y que únicamente se centre la afición en animar y apoyar al equipo para conseguir los puntos sea el rival que sea.

         No hay que olvidar el Manquepierda, siempre tiene que estar presente, y más en los partidos como el del domingo, aunque cueste mucho.

¡VIVA EL BETIS MANQUEPIERDA!

            Jaime Sánchez.