Numancia 1-2 Betis. Un Betis gris pero efectivo vence en unos pajaritos helados.

El Betis ha ido de Cartagena a Numancia, como Anibal, para salir victorioso del recinto numantino, si bien el general cartaginés, al contrario de lo que le sucedió al Betis, no fue derrotado en Cartago Nova.

Un Betis muy gris, que ha jugado setenta minutos con superioridad numérica, ha salido, de forma milagrosa, victorioso de Los Pajaritos, que en su cuarta parte era una auténtica pista de patinaje. De esa pista, en la que atacó el Numancia la primera parte, sacó más partido el equipo local, ya que los patinazos provocaron una gran vía de agua en la defensa bética, que no recibió más goles por un verdadero milagro. Hoy ha acompañado la suerte que no se tuvo en Cartagena; allí se mereció ganar y se perdió; hoy en Soria ha ocurrido justo lo contrario.

El Numancia, que ha hecho gala de la furia que sus antecesores de hace unos dos mil trescientos años mostraron ante Anibal, el genial estratega y general cartaginés, salieron a ganar el partido desde el primer segundo. Las oportunidades de gol se sucedían para los locales. Antes del minuto ocho los numantinos ya habían tenido tres ocasiones de gol y un tiro al palo. Cedric traía de cabeza a Isidoro y a Roversio. Se veía venir lo que, a pesar de la gran jugada de Emana con tiro al palo, al final ocurrió: en el minuto nueve se adelanta el Numancia con gol de Nano que remató solo.

El Betis siguió sufriendo, pero en el minuto veintiuno Emana marca de penalti, hecho a Molina que controló en el área tras centro de Emana, que había hecho una gran jugada por la banda izquierda. Además fue expulsado el autor de la falta máxima, Pavón.

En el minuto veintiocho cambio de juego del Betis, Isidoro controla un balón alto y difícil, centra y el rechace llega a los pies de Rubén Castro que, una vez más, marca. Se suceden las oportunidades del Betis; el árbitro anula erróneamente un gran gol de Rubén Castro, en una mejor jugada de Emana. Y se llega al descanso.

Todo parecía fácil para la segunda parte, dada la superioridad numérica y técnica de los verdiblancos; sin embargo, el Betis entregó el control del partido, se aculó en tablas y a sufrir. El segundo tiempo se ha caracterizado por el claro dominio numantino, sus oportunidades de gol y las fatiguitas de los verdiblancos.

Pero la suerte que se marchó hace quince días, al final del partido, vino hoy, y un Betis que hizo una segunda parte muy mala, se anotó los tres puntos, y ya suma treinta y dos.

Como ya hemos dicho la potencia de fuego del Betis debe ser determinante. La potencia de fuego y Emana, que es un lujo poderlo ver en Segunda División. Solo las grandes estrellas de primera le superan. Su calidad es equiparable a la de los mejores jugadores de la división de honor. Su calidad e implicación están siendo las claves para que este Betis esté hoy en el puesto que está.

Libero.