lunes, 2 de abril de 2012

Málaga 0-2 Betis. Cinco minutos para un milagro


Cuando imperaba el pesimismo; cuando tras una semana impregnada de críticas al equipo bético y de derrotismo sobre sus expectativas de salvación; cuando los ataques a Pepe Mel, por una parte importante de los gacetilleros futboleros, habían alcanzado el nivel máximo; cuando casi todos dudábamos de la capacidad de volver a desarrollar el fútbol que hasta hace poco llevaban dentro; cuando los resultados producidos en la tarde del sábado no eran beneficiosos para el Betis; había que enfrentarse, además, a un Málaga lanzado hacia la Copa de Europa, en la Rosaleda.

Ni los más optimistas esperaban algo distinto a un severo repaso al equipo verdiblanco a manos de Cazorla, Isco y compañía, que sumiría al equipo de Heliopolis en una profunda depresión, con un pie en Segunda y el otro en una cáscara de plátano.

Pero el fútbol es grande y la lógica no siempre se impone. Así, una vez más, la, a priori, víctima se impuso al favorito.

Pero para ello hubo que vivir una primera parte de un ligero y confianzudo dominio blanquiazul. El Betis apenas si salía de su campo, defendiéndose con orden y, bien es verdad, que sin pasar excesivos apuros. Así se llegó a los cinco últimos minutos de la primera parte, en los que en dos jugadas a balón parado (falta lanzada por Beñat que peina Rubén a la red; corner con lío en el área pequeña del Málaga, que es resuelto por Dorado colocando el balón en la red por el palo izquierdo de Kameni

¡Bueno!, aún quedaban cuarenta y cinco minutos; el Málaga podía remontar. Salió lanzado en la segunda parte; pero Mel plantó el autobús, el avant y todo lo que pudo; renunció al balón; jugó a contra estilo; los minutos transcurrían lenta y angustiosamente, pero el Málaga se iba desinflando poco a poco.

A pesar de algunos sustos, llegó el final y el milagro se produjo. Algunos dirán que se jugó mal y que la victoria, por el juego, no fue merecida. Parafraseando a D. Pío, “El fútbol es ansí”; o como decía Boskov, “fútbol es fútbol”. Otros días con buen juego o con múltiples oportunidades, el resultado final fue desfavorable. Lo que cuentan son los puntos.

Y ahora, ¿qué? Pues con treinta y cinco puntos, pueden bastar seis más, es decir, dos victorias para mantenerse en Primera División, que ha sido siempre el objetivo real y sensato. Si la victoria en la Costa del Sol tiene efecto balsámico y hace que la confianza en sus posibilidades vuelva a los jugadores, y que se vaya el temblor en la piernas y el plomo en la cabeza de muchos de ellos, como sucedió ante Español y Racing, lo que unido a la disminución de la presión mediática que sin duda se producirá, el objetivo se conseguirá. 

Libero


2 comentarios:

  1. Pienso que si , que es probable que con dos victorias mas ..... nos salvariamos a ver tio. Un saludo ¡¡

    ResponderEliminar
  2. Tampoco es un milagro, el Betis tiene un buen equipo. Por cierto a ver si me puedes poner en mi blog qué tengo que hacer para poner el traductor que tienes en la parte derecha del blog.

    Saludos desde La Escuadra de Mago

    ResponderEliminar