Betis 2-3 Real Sociedad. Tocado y hundido...

Otra vez, y ya van 9 partidos… Si durante la semana se habló que ganar era urgente y necesario, a día de hoy, ya no se qué decir. Muchas cosas se me pasan por la cabeza, y miles de pensamientos que quiero plasmar.

                El Betis salió en la mañana de ayer con varios cambios en el once, pero vayamos por puntos:

En primer lugar, Chica entró por lugar de Isidoro. ¿Qué hace jugando el catalán de titular? Una vez más demostró que no sirve como jugador titular. Muchos criticaran la calidad de Isidoro, pero el canterano le echa más casta que el fichaje que llegó libre.

El siguiente cambio y el acertado fue la vuelta de Salva Sevilla al once. El “descanso” le ha venido bien, pero demasiado largo para mí. Este jugador tiene que ser titular siempre, es el que da el último pase y el que crea el juego. Muy bien por Salva, y bien por Mel por ponerlo ayer.

La tercera y última variación en el once, fue Roque Santa Cruz. ¿Qué decir del paraguayo que no haya dicho ya? Lo puedo repetir, y esta vez lo haré sin contenerme. Para tener al paraguayo cedido una temporada y cobrando 1.5 millones de euros, verdaderamente me hubiese quedado con Achille Emaná con los ojos cerrados y sin pensármelo, más claro agua.

En el primer tiempo la única ocasión clara del Betis fue el tiro de Pozuelo que se va por muy poco.  Unos minutos después, error de comunicación entre la defensa y Griezmann se mete en el área y es derribado por Casto, amarilla para el guardameta y penalti claro. Menos mal que Antoine lo tira mal y falla el que podría haber sido el primer gol realista.

                 Con el marcador empatado a cero se reanudo la segunda mitad, y no empezarían bien las cosas ya que en el minuto 13 en un saque de córner, Aguirretxe remata de cabeza a placer, y esta vez sí, la Real se puso por delante en el marcador.  En una jugada calcada a los pocos minutos, y en otro córner, el vasco mandó al larguero un balón. Otro fallo defensivo que pudo costar otro gol. Pero esa diferencia de dos goles se produjo a los minutos del primer gol. 
                Mel hizo dos cambios, el primero tras el primer gol, entró Ezequiel por Beñat, y el segundo lo realizó con el segundo gol de los vascos, Pereira por Pozuelo. Pepe acertó con los cambios, y los dos bajitos del Betis, revolucionaron al equipo.

                
               A falta de diez minutos Jonathan Pereira marcó un buen gol a pase de Salva Sevilla, quien si no. El equipo se vino hacia arriba y se lo creía, así fue que a los cinco minutos del gol de Pereira, este materializo el empate. La grada se volvió loca, celebrando el gol. Al inicio del partido un empate era malo, pero tras ir perdiendo 0-2 un empate era bueno. Pero algunos creíamos que era posible la remontada y la victoria. Pero esa ilusión se quedó en un sueño cuando Iñigo Martínez marcó desde el centro del campo como lo hizo contra el Bilbao en el minuto 90.

El estadio se quedó mudo, fue un golpe muy duro. Injusto y cruel fue el final del partido.

Ocho derrotas y un empate en nueve partidos, lo que hace un balance de 1 punto de 27.

¿De quién es la culpa? Para mí la culpa recae únicamente en Stosic, el que ha traído los fichajes. Pero sobre esto hablaré en los siguientes post.

El siguiente partido será el domingo contra el Osasuna en Pamplona, con Mel o sin Mel, todavía no se sabe, ya que esta mañana iban a reunirse, pero espero que sea con el entrenador que nos dio el ascenso, Pepe Mel.

                Jaime Sánchez