Pozuelo: "¿Manchester? Yo quiero ser un ídolo en el Betis"

Cuando se habla con Alejandro Pozuelo Melero(Sevilla, 20 de septiembre de 1991) hay momentos en que se confunde al aficionado con el futbolista. Lleva el Betis en sus adentros y eso es lo que aflora cada vez que coge el balón y se encamina hacia la portería rival. 

-Según se cuenta, estamos ante un bético desde que nació... 

-Lo soy de familia y me inculcaron el amor por las trece barras. Así que sí, bético desde siempre. Y, luego, entré a formar parte del club en los benjamines. 

-Su compañero Sergio me hablaba del primer equipo como aficionado, como si le costará aún sentirse parte de él. ¿Le ocurre igual? 

-Claro. Verme ahí con ellos es la ilusión de cualquier bético y de cualquier niño de la cantera. Nos sentimos raros, como algo extraño. Pero, si lo piensas bien, caes en la cuenta de que es algo que esperabas desde chico y ha llegado. 

-¿Qué es el Betis para Pozuelo? 

-Muchos sentimientos y años de sacrificio. Jugar en ese campo te hace sentirte bien, ilusionado y orgulloso de llevar esa camiseta. 

-¿Fue Dani su referente por ser del mismo barrio, Triana? 

-Es vecino, pero no tengo mucha relación con él ni me considero yo mucho de su estilo de juego. Joaquín sí es un futbolista que siempre me gustó. Y alguno más de la época en que el Betis ganó la Copa, como Oliveira, Edu... Hoy sólo siento muchas ganas de ser como ellos. 

-¿Fue esa final de Copa su mejor momento como bético? 

-Esa temporada entera, con la Champions y todo, disfruté mucho. Éramos entonces recogepelotas y darle el balón a tus ídolos para que saquen rápido es una enorme satisfacción para un bético. 

-¿Entonces, vivió el partido del Chelsea a pie de césped? 

-No. Eso fue la temporada siguiente y ya no era recogepelotas. Ese partido lo viví en la grada y la verdad es que se lió una impresionante cuando Dani marcó, con todo el mundo dándole a los sillones y formando un jaleo increíble. 

-Vamos a dejar, si podemos, su faceta de aficionado y hábleme del futbolista. Oli le dio la oportunidad en el filial. 

-Me subió al Betis B cuando yo era aún del División de Honor y le estoy muy agradecido. De todos los entrenadores se aprende algo y de Oli yo aprendí mucho. 

-Con todo, yo soy de los que piensa que el que hace cantera es el entrenador del primer equipo. Si éste no tiene valor para jugársela, como hizo Mel con Vadillo en el debut en Primera o con usted en Santander, cuando se jugaba medio pescuezo, el trabajo del club puede irse al garete. ¿Usted qué cree? 

-Él tiene mucha parte de responsabilidad en todo lo que está ocurriendo. Le gusta tirar de la cantera y no tiene problemas en ponernos a cualquiera en el once titular, incluso ahora con la presión de que no hay buenos resultados, como hizo conmigo. Los canteranos debemos estar orgullosos de saber que hay un entrenador que tira de nosotros. 

-Es un estímulo inmejorable. 

-Sí. En el vestuario del Betis B, porque yo sigo estando ahí, se palpa ese ánimo de saber que hoy mismo puedes cambiarte al campo de al lado, a diez metros. Esa ilusión es muy importante, además, para venir cada mañana a entrenarse. 

-La cantera está dando unos frutos excelentes y ahora se ha modernizado. ¿Nota ese esfuerzo y cree que servirá para consolidar al Betis como un club de cantera? 

-Creo que sí. Ahora estamos Álex Martínez, Vadillo, Sergio y algunos más, pero hay muchos jugadores que pueden estar en el primer equipo en cualquier momento, como Álex Bernal, que está haciendo una gran temporada y que ya el año pasado rayó a un nivel excelente. 

-Me habla de Álex Bernal. Me han comentado que es muy amigo suyo, y también Álex Martínez... 

-Siempre estamos los tres juntos, sí. No sólo somos compañeros de equipo, sino amigos fuera del campo. Los tres nos llevamos muy bien, nos llamamos los tocayos. 

-En los inicios la grada heliopolitana vibra con la cantera, pero ya ha visto qué ocurre luego. Me refiero al trato a campeones de Copa como Arzu, Varela, Doblas, Rivas... 

-Es así. La afición del Betis es un poco complicada, pero nosotros trataremos de hacerlo bien para que nos trate como merecemos. 

-¿Y cómo asimila Pozuelo saltar al césped y ver a Jorge Molina en el banquillo, igual que le ocurriese a Vadillo en Granada? 

-Es una ilusión grandísima. Porque ser bético desde pequeño y que el míster te dé esa oportunidad de jugar como titular, te hace sentir un cosquilleo en el corazón y unas ganas que te obligan a seguir corriendo y jugando aunque casi no te queden ya fuerzas... La verdad es que hay que estarle muy agradecido al míster por jugársela con nosotros. 

-Entremos en un asunto más delicado: su contrato. Estuvo a punto de no hacer la pretemporada con el primer equipo porque no renovaba. Ya se hablaba del Valencia... 

-Hubo días en que lo pasamos bastante mal, la familia y yo, por ese asunto, pero por fortuna se resolvió y hoy me siento muy contento. 

-Dos temporadas, otras dos opcionales, y una cláusula que pasa de 5 a 20 millones de euros si disputa diez partidos con el primer equipo, ¿cierto? 

-Creo que sí, pero a mí esos temas no me preocupan. Los llevan mi padre y mi representante. 

-Pero no me negará que oye hablar de que lo siguen, amén de Valencia, Osasuna, Barcelona... ¡Hasta el Manchester United! 

-Son cosas que habla la gente y que salen en la prensa, pero ni las leo. Porque yo lo que quiero es seguir jugando en el Betis, es mi ilusión y no pienso en irme a ningún sitio. Lo único que deseo es triunfar en el Betis, que es mi equipo desde pequeño, y jugar todos los domingos en el Benito Villamarín. Nada más. 

-Al menos le halagará que Barça y United lo estén siguiendo, ¿no? 

-¡Hombre, claro! Para cualquiera es un halago, pero yo, como soy bético desde pequeño, ojalá me quedara y fuese un grande en el Betis. 

-¿De verdad prefiere crecer a la par que el Betis y ser un ídolo aquí antes que en un equipo grande? 

-Sí. Yo prefiero ser un ídolo aquí en mi tierra, en Sevilla, y en el Betis, que es el equipo que yo quiero. Y para eso llevo muchos años peleando en campos de albero, en campos sin luces... Lo que de verdad me gusta es jugar en el Betis. 

-Es usted ambidiestro, tanto que a veces puede llegar a parecer zurdo. Por su forma de jugar me da que se fija mucho en Messi... 

-¡Y quién no se fija en él! Todo el mundo lo hace. Es el mejor jugador del mundo y yo siempre que puedo ver el Barça lo hago. Me encanta fijarme en Messi, es cierto. 

-¿Quizá le falte salir mejor de los regates o incluso dar uno menos para definir mejor? 

-De lo que más se habla en el fútbol es del gol. Y yo, en esta pretemporada, lo que he intentado aprender del míster y de los delanteros es a hacer goles. En el filial llevo una buena racha de goles, espero subírmela conmigo ahora. 

-¿Por qué cuando coge el balón en el filial, enfila la puerta y acaba la jugada en gol y en Primera le cuesta más? ¿Qué diferencia percibe? 

-Es un salto de dos categorías, de Segunda B a Primera. Hay diferencias en la velocidad y en la calidad de los adversarios. Hay que adaptarse y coger el ritmo de Primera. 

-¿Qué le dice Mel sobre su estilo, manejándose y conduciendo el balón con las dos piernas? 

-El míster me da mucha confianza, me hace sentir uno más, y eso se agradece. Si me ha subido es porque le gusta mi juego, ¿no? 

-¿Le corrige mucho? 

-Sí. Pero como a todos, sólo cuando cometo algún error. 

-Dígame una cosa del Betis: ¿Conseguirá el objetivo? 

-El vestuario está tranquilo, el equipo hace buenos partidos y va a salir de esta mala racha. 

-¿Y para cuando un Betis grande como aquél al que usted ayudaba con chándal desde la banda? 

-El objetivo ahora es la salvación porque acabamos de subir, pero estamos a cuatro puntos de Europa y vamos a luchar por eso también.

Fuente: Diario de Sevilla